EL NO NACIDO ES UNO DE LOS NUESTROS, UN MIEMBRO DE LA FAMILIA HUMANA.

un bebé depende de nosotros

“Los datos son abrumadores, cerca de trescientos seres humanos son privados de la vida diariamente en España; cada cinco minutos se le quita la vida a un ser creado por Dios”.

Cuando los más indefensos, como es el caso del no nacido, se queda sin el amparo de las leyes que deben protegerle, nosotros debemos hacer algo.

Sabemos que el aborto no es la “interrupción” voluntaria de un embarazo, es acabar
bruscamente con un ser humano eliminando la nueva vida humana albergada en el útero de la mujer; la evidencia científica señala que desde el instante de la fecundación hay un nuevo ser humano vivo.

El aborto no es un derecho, pues no existe un derecho a quitar la vida, sino todo lo contrario, un derecho a vivir.

Por estas y otras muchas razones, AESVIDA nació, y cada día somos más.

Nuestro principal propósito, desde el comienzo, fue traer claridad sobre la realidad de la vida mediante acciones creativas con jóvenes en las calles, conferencias, exposiciones, programas de radio y televisión, etc. Nuestra sorpresa fue que por el camino nos encontramos o “nos encontraron” mujeres y familias heridas por el aborto, así como muchos seres humanos que corrían el riesgo de ser abortados en el vientre de sus madres.

Parece que, como sociedad, estamos inmersos en un relativismo moral y una tolerancia absurda que funciona como anestesia frente a la maldad.

¿Es posible que se levante una nueva generación provida?

¿Estás dispuesto o dispuesta a ponerle voz a aquellos que no pueden hablar?

Si tu respuesta es afirmativa, te felicito, iras a favor del viento del Espíritu (“ruach”: viento, espíritu), él es el Espíritu Santo, el Viento Santo; caminemos con el viento a nuestro favor por la santidad de la vida humana.

La luz brilla al final del túnel

A veces parece, que nuestro viaje en esta ruta de la defensa del no nacido y la vida, es difícil y llena de obstáculos, pero la clave es no rendirse.

Hoy reconocemos a aquellos que se enfrentaron a todo y a todos por la libertad y la vida.
William Wilberforce, cristiano y parlamentario inglés, durante cincuenta años luchó por la abolición de la esclavitud, también a él le acusaban de fanático; pero persistió a pesar de los fracasos: “nunca desistiremos hasta que… se haya extinguido toda huella de este tráfico sangriento”.

Tres días antes de su muerte, la Cámara de los Comunes definitivamente abolió la esclavitud en todas las colonias británicas.

Es posible cambiar el mundo, sí, un rotundo sí.

La vida es un regalo

No existe el derecho al aborto, sí el derecho a la vida. Nuestro objetivo es que ninguna mujer se sienta sola en esta aventura que es traer un hijo al mundo.

Nunca lo olvidemos: el aborto lo cambia todo.

Pocas son las mujeres que abortan por frivolidad, es una situación difícil que siempre se
acompaña de sufrimiento.

El trauma post-aborto deja múltiples secuelas físicas y psicológicas, pero aún así hay esperanza para cualquier mujer que ha abortado porque sí es posible una restauración por la terrible “herida” que deja el aborto.

Conectados

En un mundo globalizado se necesita más y más estar realmente conectados.

El ser humano ha sido diseñado para vivir en conexión: consigo mismo, con el entorno, unos con otros; conectados con la vida, conectados con Dios.

El apoyo a la vida y la maternidad es algo de todos y juntos somos más.

 

Susana Macías

Directora  AESVIDA