Este artículo va dedicado a todas las mujeres que han abortado y piensan que no hay esperanza ni perdón. Te decimos que hay esperanza para vivir una vida sin culpa y llena de gozo y queremos ayudarte a conseguirla.
De corazón a corazón
Hoy escuché tu lamento, sentí tu dolor,
sentí tu pesar, sentí tu temor,
sentí el rechazo y la desesperación;
Me sentí a través de tí y te sentí en mi corazón.
Conozco la ira, la rabia que brota
con poco y con nada de motivación externa,
es un sentimiento que de lo profundo emana
“inexplicablemente”, de un alma enferma.
Mi gran error me llevó a caminos errados,
Muchos actos que mancharon mi pasado,
Prostitución, drogas, alcoholismo irrefrenados,
Rechazo a mi prójimo, desprecio hacia mi amado.
Relaciones rotas, de corta duración,
Fracasos en todo, los alimenta el temor.
Mi vida se parte en mil pedazos,
¿Cómo empezó esto? ¡No recuerdo cuándo!
Estaba muerta en vida,
No había razón para seguir,
Hasta que alcé mis ojos al cielo
Y rogué:”ayúdame a vivir”,
en ese mismo momento
mi corazón volvió a latir.
Quiero que sepas, estimada lectora
que hay una salida para tu dolor,
para ese sentimiento de culpabilidad,
para la falta de perdón.
La puerta encontré, recibí el anhelado perdón
hay alguien que quiere y puede sanar tu corazón.
Curó mis heridas, mi mente cambió
y de mi interior toda obscuridad quitó,
Me limpió a profundidad como a una casa,
hoy todo está iluminado y ordenado,
pude dejar de ver con dolor el pasado
y veo cada “hoy” con esperanza.
A veces por decisión propia, otras veces por presión de la familia, de tu pareja, e incluso de tu médico, eres llevada como “oveja al matadero” pensando que el aborto es la solución. Crees (y te hacen creer) que te quitarás “el problema” de encima y seguirás adelante viviendo tu vida normal y que podrás conseguir tus metas pues ya te deshiciste de lo que era un estorbo para ello.
Ahora sabes que no es así, pero no escribo para juzgarte, pues al igual que tú, muchas mujeres hemos pasado por esta experiencia, y no solo eso, sino que un gran porcentaje hemos sufrido el síndrome postaborto, del que probablemente nadie te habló antes de invitarte a tomar esa decisión.
Si echas una mirada a tu pasado, te darás cuenta de que empezaron a haber cambios en tu vida, en tus emociones, en tus reacciones, en tu psique. A algunas mujeres les da depresión, otras se vuelven iracundas, otras empiezan a sentir rechazo e incluso odio hacia su pareja, de hecho, conozco mujeres que pusieron fin a sus relaciones; otras tuvieron problemas en las relaciones sexuales, otras se volvieron promiscuas, otras se hicieron alcohólicas, otras empezaron a drogarse y sus vidas fueron un total infierno; otras como yo, empezamos a sentir rechazo por nuestros hijos como si no merecieran tener el cariño de su madre. Pero, lo más triste de estas situaciones es que ninguna lo atribuyó a su verdadero origen: el aborto.
Mi estimada lectora, nosotras hemos experimentado ese dolor, ese carrusel de emociones inexplicables que te han llevado a cometer error tras error causando daños colaterales; queremos que sepas que no estás sola, sabemos cuál es el peso de la carga que llevas a cuestas, la desesperación, el tormento y la falta de perdón hacia ti misma.
Tenemos una buena noticia para ti: “Hay una salida”, hay libertad, hay perdón, hay paz y podemos mostrarte el camino. Si te has determinado a dejar de sufrir y encontrar esa puerta, contacta con nosotros, no tengas temor, nadie te va a juzgar.
¡Ánimo! Mientras hay vida, hay esperanza.
Tatiana Anchundia Suárez
Colaboradora de AESVIDA
Yo tambien aborte lamentablemente dos veces en mi pais y me cuesta decir que aborte por que ahora que si lo deseo no se puede por problemas medicos de la sangre y muchas cosas y me viene a memoria todo lo que perdi de joven es un lamento …gracias a Dios resurgiendo buscando mi propocito se que Dios es bueno y lo que empezo en mi lo terminara …asisto a la iglesia leo la biblia ahora estamos proclamando el reino de Dios primero sabemos que con el reino de Dios viene con todo añadido y sabemos que todos tenemos una lucha y derramamos el corazon y Dios me consuela es maravilloso …
Estimada Aída, gracias por compartir tu experiencia, y confirmar a través de tus palabras que aunque tenemos luchas. tenemos ese lugar de descanso. El Señor perdonó nuestros pecados, no solo uno, sino todos, incluyendo el aborto, y a pesar de las consecuencias que esto conlleva, siempre podemos encontrar la paz del Señor cuando decidimos dejar de sufrir y entregarle a él nuestras cargas.